El metaverso es un concepto utilizado para describir una experiencia inmersiva y multisensorial en el uso aplicado de diversos desarrollos tecnológicos en Internet.
Esta palabra tan evocadora se compone del prefijo “meta», que significa más allá, y la raíz “verso”, una derivación regresiva de universo.
Índice
Qué es el metaverso
El Metaverso puede referirse a mundos virtuales y también a las experiencias multidimensionales de uso y aplicación de Internet en su conjunto, especialmente el espectro combinando de la web 2.0, la realidad aumentada, la tecnología de tercera dimensión y la realidad virtual según nos indica Wikipedia.
El metaverso no será uno solo, sino un espacio común con diferentes espacios. Al igual que ni Google ni Facebook son Internet, pero forman parte de él.
Esta idea no es nueva y el sector de los videojuegos lleva tiempo explorándola y construyendo metaversos. Algunos ejemplos podrían ser Minecraft, Fortnite, Roblox, Decentraland, Sandbox Game, Axie Infinity y Secondlife.
Estos días se habla mucho del metaverso porque se espera que la corporación Meta (antes Facebook), liderada por Mark Zuckerberg, sea la que revolucione nuestra idea de internet con un ambicioso proyecto que pretende llevar las redes sociales a un nuevo nivel.
Un mundo paralelo, con su economía virtual
La compañía pretende que todos pasemos una buena parte de nuestras vidas en su metaverso. Para relacionarnos, para entretenernos, para trabajar, para estudiar, para hacer deporte, y por supuesto para consumir . No busca ser un mundo de fantasía sino una realidad alternativa en la que podremos hacer las mismas cosas normalmente hacemos, pero sin movernos del sitio.
El usuario sólo necesitará unas gafas de realidad virtual o casco y una conexión a internet.
Una conversación de amigos en un grupo del whatsapp, podrá trasladarse a una cafetería virtual donde los avatares conversarán, se desplazarán por la sala y podrán quedar para ir juntos a un concierto, entrenar en el gimnasio, visitar un museo, acudir a un partido de esports o jugar a un videojuego.
La imagen será clara y los dispositivos serán capaces de reconocer el contacto ocular y nuestras expresiones faciales.
Empresas en el metaverso: Un sinfín de oportunidades
Gracias a Horizon World las empresas que quieran implicarse en el proyecto podrán crear espacios, existirán tiendas (Horizon Marketplace) y plataformas para poner en práctica el trabajo híbrido (Horizon Workrooms), entre otros.
Además el mundo real podrá combinarse con el metaverso, integrando elementos virtuales en el entorno real que estamos viendo.
Aunque el metaverso todavía no tiene forma definitiva, las compañías tecnológicas están invirtiendo ingentes cantidades de dinero para posicionarse y también hay fondos de inversión específicos relativos a esta ambiciosa apuesta.
Pero en esto post no queremos hablar de esas cifras millonarias, sino del auge de la economía digital y cómo serán las relaciones económicas en el metaverso y los impuestos derivados.
Fundar empresas y emprender en el metaverso
Se espera que el metaverso pueda ofrecer tantas oportunidades como el mundo físico real, con la posibilidad de crear nuestros propios negocios.
Emprender en el metaverso creando empresas que vendan coches virtuales, apartamentos virtuales o ropa virtual. Puedes imaginarte andando por la calle con la posibilidad de charlar con los avatares virtuales de otras personas, que han abierto tiendas y te ofrecen probarte prendas y comprarlas, hablamos de ropa virtual. Ropa como pueden ser coches, apartamentos, obras de arte, mascotas….
La economía digital del metaverso.
Un metaverso podría tener su propia economía, con algún tipo de criptomoneda o moneda virtual y NFT (non fungible tokens), basada en la tecnología blockchain. De tal forma que podamos comprar con nuestro dinero real o que pueda ganarse de alguna manera, con las interacciones realizadas.
Hasta es posible que se creen puestos de trabajo asociados exclusivamente al metaverso. Todo será posible en este mundo en el que las empresas y las personas podrán comprar, vender, invertir y crear valor.
Por ejemplo si montamos una sede de Afiris en el metaverso, necesitaremos elegir el espacio ideal en este caso virtual, y ponerlo bonito contratando los servicios adecuados, como interiorismo digital. ¿Tendremos que pagar un alquiler virtual? Además, necesitaremos seleccionar personal y formar un equipo para atender a la clientela que nos demande información o servicios a través de ese canal, y buscar nuevas fórmulas para prestar nuestro servicio de asesoramiento. Las relaciones laborales tendrán nuevos retos, ¿qué convenio regula un contrato de trabajo de una persona contratada en una sede virtual?
El valor del dinero digital en el metaverso.
En algunos videojuegos como Fornite la comercialización de trajes (skins) supone una importante fuente de ingresos para las desarrolladoras. Cuanto más únicos y especiales son estos artículos, más valiosos.
En Roblox, un bolso virtual de Gucci fue vendido por 4.000 dólares, cuando el original (que se puede tocar, usar y lucir puesto) cuesta 2.450 dólares.
Se prevé que la economía virtual sea tan importante como la economía física y las marcas se están introduciendo en estos mundos virtuales.
Ya puede ser un diamante real o una joya formada por unos y ceros, al final todo tiene el valor que el ser humano quiera darle desde su experiencia vital.
Teletrabajando en el metaverso.
También tiene aplicaciones en los entornos de trabajo, con oficinas virtuales donde cada persona se conecte desde su casa. Da igual que esté en pijama, el resto verán su avatar con la imagen elegida. Eventos corporativos, conferencias, formaciones, etc. las posibilidades son infinitas. Engage Oasis es una iniciativa que pretende ser el Linkedin del metaverso.
La nueva revolución industrial.
El Metaverso aplicado a la industria recibe el nombre de Omniverso. A diferencia del Metaverso se rige por las mismas leyes físicas que las del mundo real y por tanto permite crear fábricas virtuales gemelas con las que controlar y optimizar la producción, como es el caso de la experiencia de BMW con Nvidia.
Los impuestos en el Metaverso.
“En este mundo sólo hay dos cosas seguras: la muerte y pagar impuestos.” Esta cita de Benjamin Franklin nos recuerda que cualquier transacción económica nos obliga a pasar por caja.
Es importante conocer los impuestos que afectan a los negocios digitales, fiscalidad de las criptomonedas, compra venta de NFTs, creación de contenido digital y demás operaciones que puedan surgir en el metaverso o en otras realidades digitales.
Hacienda tendrá que ponerse las pilas para establecer mecanismos de control contra el fraude y evitar que transacciones en las que se obtenga un beneficio económico se queden sin tributar. ¿Existirán inspectores de Hacienda paseando por las empresas del metaverso? Pueden prohibir software de doble uso, controlar el uso de dinero metálico, etc. pero a ver cómo se las apañan para controlar un universo paralelo virtual en continuo movimiento.
Si ya hay cuestiones complejas con el IVA de los servicios digitales, lo del metaverso ya escapa a nuestra imaginación. Por ejemplo, cómo tributaría un NFT materializado en unas zapatillas para un avatar, comprado en China pero de una empresa creada en territorio español.
Imagina un diseñador novel que crea un NFT ¿deberá darse de alta en autónomos?
¿Estarán los alquileres virtuales sujetos a retención? y si especulamos con terrenos e inversiones en el metaverso ¿lo declararemos como ganancia patrimonial en nuestra declaración de la renta?
Igualmente hay que tener en cuenta la óptica laboral, si trabajo como croupier en un casino virtual ¿Cuál es el lugar de prestación de servicios? según la ley española sería donde trabaja la persona.
En el metaverso entendemos que no existen fronteras. El concepto de residencia fiscal en este entorno no tendrá sentido. Las operaciones no es que sean realizadas a través de la «nube» sino en un entorno totalmente de nube digital, sin trascendencia en el mundo tangible. Desde la perspectiva legal ¿dónde se entenderá realizado un contrato? ¿tendrá validez jurídica un contrato entre avatares?
Aunque el Gobierno apruebe nuevas normas dirigidas a las empresas y startups, la legislación siempre va un paso por detrás de la tecnología, y nos imaginamos la cara de cualquier técnico de Hacienda si le realizamos la pregunta anterior.
Lo veremos (o no)
En los próximos diez años se espera una revolución en todos los sectores, e incluso se crearán industrias, mercados y profesiones que no podemos imaginar todavía. Queda mucha tecnología por desarrollar que se irá implementando, así como se van resolviendo nuevos retos, algunos imprevisibles (privacidad, identidad, ciberseguridad etc.).
Es vital analizar de forma rigurosa y crítica las implicaciones humanas —éticas, sociales, económicas y filóficas— de la transformación digital en sentido amplio.
En Afiris prestamos mucha atención a los negocios digitales y a sus implicaciones legales, fiscales y laborales. Nos gusta estar al día de lo que se cuece en el universo emprendedor, que con el avance de la tecnología y digitalización no deja de sorprendernos. Iniciativas que hace años parecían de ciencia ficción, ahora son negocios y empleos reales.
Tendremos que pensar cómo ahorrar y optimizar impuestos en la declaración de la renta, en impuesto de sociedades y en posibles nuevas tasas e impuestos que graven este tipo de operaciones, porque está claro que Hacienda no va a quedarse sin su trocito del pastel virtual.